Preocupación infantil ante las matemáticas ¿Actitud o genética?
Si la idea de un examen de matemáticas te provoca un sudor frío, quizás los padres pueden ser parte del problema, según un nuevo estudio publicado por la revista de la Association for Psychological Science.
Un equipo de investigadores dirigido por Sian Beilock y Susan Levine de la Universidad de Chicago, entre los que se encontraban psicólogos, descubrieron que los niños cuyos padres sufren de ansiedad con las matemáticas aprendieron menos sobre esta asignatura eran más propensos a padecer crisis de ansiedad frente a las matemáticas, especialmente cuando estos padres ayudan a menudo en las tareas de matemáticas del niño durante el curso.
Investigaciones previas de este grupo han establecido que cuando los maestros están interesados por las matemáticas, los alumnos también aprenden. Este estudio es novedoso ya que establece un vínculo entre los padres y la ansiedad por las matemáticas de un gran número de niños. Estos hallazgos sugieren que las actitudes de los adultos hacia esta materia pueden jugar un papel importante en el rendimiento escolar de los niños.
«Muchas veces no pensamos en cómo de importantes son las propias actitudes de los padres para determinar el rendimiento académico de sus hijos. Sin embargo, nuestro trabajo sugiere que si un padre está actuando de manera negativa ante las matemáticas, los niños recogerán la codificación de estos mensajes y afectará en su capacidad de aprendizaje” explica Beilock, profesor de Psicología, en una entrevista.
«La triple relación que se establece entre padres, matemáticas y ansiedad puede condicionar negativamente la explicación de los conceptos numéricos a los niños, ya que los padres pueden no responder bien cuando los niños cometen un error o resuelven un problema de manera novedosa.», añadió Levine, profesor de Psicología.
438 estudiantes de Educación Primaria y Secundaria junto a sus progenitores participaron en el estudio. Se evaluó el rendimiento de los niños en las matemáticas y en la ansiedad que sufren tanto al principio como al final del año escolar. En un parte de la investigación, el equipo también evaluó el rendimiento en lectura, pero vislumbraron que no estaba relacionado con la ansiedad en esta asignatura de los padres.
Los padres completaron un cuestionario acerca de su propio nerviosismo y dicha ansiedad, además de la frecuencia con que ayudaron a sus hijos en los ejercicios de esta asignatura. Los investigadores creen que el vínculo entre la fobia “numérica” de los padres y el rendimiento matemático de los niños surge más de las actitudes que de la genética.
“Aunque es posible que exista un componente genético en la ansiedad de las matemáticas -escriben los investigadores- el hecho de que la ansiedad de los niños afectados negativamente en matemáticas aumente según la frecuencia con la que han sido ayudados por los padres demuestra cómo esa ‘ayuda’ se puede convertir en un factor perjudicial en el desarrollo del niño.”
El autor principal, Erin A. Maloney , afirmó que el estudio sugiere que la preparación de los padres es esencial para una ayuda eficaz en las tareas numéricas. «No es que podamos decirle a los padres que estudien matemáticas, necesitamos desarrollar mejores herramientas para enseñarles cómo ayudar más eficazmente a sus hijos con esta materia.”
Estas herramientas pueden incluir libros de matemáticas, informática y juegos tradicionales de mesa, incluso aplicaciones de Internet que «permitan a los padres interactuar con sus hijos alrededor del mundo de los números de manera positiva», concluyeron los investigadores.
Referencias:
Planas Domingo, J.A., y Rodríguez Monzón, Ana. Ansiedad en el aprendizaje de las matemáticas y su relación cerebral.
Parents maths anxiety can change the children
Fotografía: Annie Spratt