El lugar de la EDA entre las pruebas de evaluación: mirando hacia el futuro desde la historia

«El enemigo del hombre es la propia ignorancia, su amigo, el saber». Decía Bernardo de Chartres –en el siglo XII– que somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por la agudeza de nuestra vista ni por la altura de nuestro cuerpo, sino porque somos levantados por su gran altura.

En la literatura científica y, sobre todo después de Newton, es conocidísima expresión «estar subido a hombros de gigantes». Se quiere indicar que lo que una persona haya podido conseguir se debe a la aportación de sus compañeros y, en el caso de la ciencia, que la obra de un científico o un filósofo ha conseguido dar un salto, o alcanzar un nivel superior, gracias a las aportaciones de otros colegas que le precedieron.

Isaac Newton (1643-1727) escribió esa frase en una carta a Robert Hooke (1635-1703) con fecha 15 de febrero de 1676, «Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes».

No cabe duda que fueron muchos los gigantes sobre los que se había encaramado Newton, pero es 2004 cuando Stephen Hawking publica un libro titulado A hombros de gigantes, en el que señalaba a tres personajes: Nicolás Copérnico (1473-1543), Galileo Galilei (1564-1642) y Johannes Kepler (1571-1630). Sobre los hombros de estos colosos se había apoyado Newton.

En estos tiempos de «adanismo» –tendencia a comenzar una actividad sin tener en cuenta los progresos que se hayan hecho anteriormente–, la escala de desarrollo EDA, construida a partir de las más prestigiosas y clásicas escalas, tanto de ámbito internacional como nacional, para evaluar el Desarrollo Infantil desde principios del siglo XX, es un ejemplo de este necesario reconocimiento a la historia de la Psicología del Desarrollo Infantil, a la vez que de innovación, integración y adaptación al desafío de la «era digital».

Gracias a la Fundación Maternal, a la generosidad de su autor Javier Abellán y a su «visión» y «misión» (para mí, Javier es un «visionario»).

Visionario es un adjetivo que suele emplearse para calificar a la persona que, gracias a su creatividad, su imaginación o sus conocimientos, logra prever qué ocurrirá en el futuro. Así el concepto se asocia a una cierta visión de los acontecimientos que están por venir.

Y eso supone el rodearse de técnicos que pueden hacer posible la apertura a ese mundo global en el que el desarrollo de los niños, el bienestar de la infancia, la prevención, la detección temprana y la optimización de un desarrollo armónico, son el «sentido de la vida» de Javier y la Fundación Maternal, de la que me honro de formar parte desde sus inicios gracias a la generosidad del autor de la escala EDA que hoy en este Acto nos convoca.

El Manifiesto realizado para el Día de la Atención Temprana que se celebra el próximo 15 de abril de 2019, después que en el año 2000 fuera publicado el Libro Blanco de la Atención Temprana en España por un amplio grupo de profesionales de todo el territorio español, en el que se defiende

«la necesidad de dar respuesta lo más pronto posible, a las necesidades transitorias o permanentes que presenten los niños o tengan algún riesgo de padecerlas. Debe contarse, para ello, con un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar y transdisciplinar».

La Atención Temprana ha sido reconocida e impulsada en las diferentes Comunidades del estado. La federación Española de Asociaciones de AT considera que ha llegado el momento de hallar un marco regulador de las condiciones de acreditación e indicadores de la evaluación.

Se defiende en este mismo documento que la Atención temprana sea: Pública, Universal, Accesible, Comunitaria, Interrelacionada, Especializada a la vez que interdisciplinar y participativa, Autónoma y Garantizada desde el punto de vista de criterios de fiabilidad y validez científica.

Todo esto se reformula en la era digital haciendo imprescindible la accesibilidad global a través de la red, pero al mismo tiempo la rigurosidad científica que haga posible la veracidad y contrastación de resultados –el rigor académico e investigador–.

Y la escala EDA va más allá de la Atención Temprana –más allá de los 6 primeros años– aportando un único instrumento de 0 a 12 años que aporte luz sobre la armonía y disarmonía necesaria en el desarrollo en cada edad evolutiva.

Diría muchas más cosas, pero para ello están aquí hoy mis compañeros/as y el propio constructor de la EDA.

Pero quiero dar el paso en La Academia a la «puesta de largo» de la EDA.

Hoy es un día GRANDE.

Gracias, Javier, desde la Academia, desde la Universidad, tu Universidad, la de Murcia. Y como decimos en nuestro Himno Académico por excelencia, digamos: Gaudeamus igitur (Alegrémonos pues).

 

Dra. Emilia Serra Desfilis

Catedrática de Psicología del Desarrollo, Universidad de Valencia

Patrona de la Fundación Maternal Crecer en Armonía

 

JORNADA de PRESENTACIÓN de la APLICACIÓN INFORMATIZADA de la ESCALA de DESARROLLO ARMÓNICO -EDA-

Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia

5 de abril de 2019